Los obreros persistían con su repertorio de lucha radical y pertinaz mientras el barrio se transformaba urbanística y sociológicamente hasta volverse irreconocible. El viejo Dique se había visto rodeado de acristalados edificios-barco que ponían proa a la actividad industrial, tan esencial para los antiguos habitantes del Natahoyo como molesta para los recién llegados. Por si fuera poco, la nueva comisaría de Policía vino a instalarse enfrente del astillero. Las refriegas persistieron hasta el mismo momento del cierre, en mayo de 2009, cuando en la plantilla apenas quedaban un centenar de trabajadores. En cuanto la muerte anunciada se consumó, las grúas que habían sido la silueta reconocible de la construcción naval fueron abatidas y las compuertas del dique que Anselmo Cifuentes se había empeñado en construir 120 años antes fueron arrancadas.
Foto de cabecera: Naval Gijón, barricada. Cortesía de Alex Zapico.
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Naval Gijón, graffiti.
Naval, Gijón 1984-2009. Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos, Gijón, 2009.