La historia industrial y la memoria del trabajo encierran un capital simbólico que estructura socialmente y genera culturas específicas. A su alrededor se construyen y reelaboran saberes, identidades, solidaridades y formas de acción colectiva que componen un valioso acervo patrimonial. Su significación facilita la comprensión de los traumas colectivos y las bases identitarias, culturales y patrimoniales. En un contexto de declive y cambio sociocultural profundo este archivo contrasta las visiones de las generaciones anteriores con las de los jóvenes.